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dimarts, 12 de juliol del 2016

El iot "A" fondejat a Sant Pol de Mar

dibuixos claudi
El passat 9 de juliol, vaig contemplar, amb curiositat i sorpresa,  des de casa meva, a Sant Pol de Mar, un espectacular iot fondejat no gaire lluny de la platja.... i avui he sabut que es tractava del iot «A», propietat d'un dels homes més rics del món, Andrey Menlitxenco, i que el motiu del seu pas pel nostre poble era que ell i la seva dona, Aleksandra Nikolic, havien decidit fer un bon àpat a ca la Ruscalleda.


Andrey Menlitxenco i  Aleksandra Nikolic



L'embarcació, de 120 metres d'eslora, pertany, com et comentava, a Andrey Melitxenco, un home de negocis rus que acumula una gran fortuna, i és obra del dissenyador Philippe Starck, que l'any 2003 va tenir carta blanca per idear-lo. El iot compta amb sis suites, jacuzzi a totes les habitacions, quinze pantalles de televisió de plasma, dues llanxes i un heliport.

Philippe Starck




 Més cosetes del iot en qüestió:

Podría ser el hermano civil de la clase Zumwalt de la US Navy, o un submarino, o un diseño de proa invertida de Ulstein, o el barco del último villano de una película de 007, pero no es ninguna de esas cosas aunque lo parezca. El buque del que hablamos esta semana en Va de barcos es el súper yate A, salido del escritorio del diseñador francés Philippe Starck y construido en los astilleros alemanes de Blohm + Voss para el multimillonario ruso Andrey Melnichenko.



En diciembre de 2004 el astillero Blohm + Voss firmaba el contrato para un nuevo yate a motor de 119 metros de eslora, su construcción 970, bajo un diseño de Philippe Starck y Martin Francis, al que se le asignó el nombre de Sigma o SF99, con un presupuesto (nunca confirmado) de más de 250 millones de euros, que sería entregado en 2007.



En mayo de 2008 el buque fue entregado y su propietario desvelado. Se trataba del multimillonario ruso Andrey Melnichenko y su esposa Aleksandra, y la inicial de sus nombres daba el nombre final al buque, el A.


Además del diseño exterior, el diseñador francés Philippe Starck se encargó también de los interiores del yate, casi 2.200 metros cuadrados repletos del lujo y las excentricidades habituales (muebles con piel de cocodrilo, grandes espejos y superficies brillantes por doquier) en un barco de este tipo. El camarote principal ocupa 230 metros cuadrados, y existen otros seis para invitados con mamparos desmontables para convertirlos en cuatro grandes camarotes.


Sobre la cubierta de proa el buque cuenta con un helipuerto y una piscina, y en la zona de popa dos piscinas más, una de las cuales tiene un fondo de cristal que da a la discoteca de la cubierta inferior. Además de las piscinas, el yate cuenta con un jacuzzi en el salón principal.




No comparteixo la filosofia de vida que anima tots els protagonistes d'aquesta història, però l'he contemplada des de la terrassa de casa meva i te la ofereixo, en clau de post, perquè la valoris com vulguis.

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